jueves, 20 de diciembre de 2018

La sorpresa de la Navidad

Pesebre realizado por los jóvenes de nuestra parroquia
San Carlos. Navidad de 2018
Hermosamente vuelve a sorprendernos la Navidad. Sorpresa que no depende de los almanaques que, casi inesperadamente, marcan que llegó el 25 de Diciembre.

Porque en Navidad nos sorprende siempre la vida. No me refiero solamente a esta existencia nuestra que transitamos casi sin darnos cuenta. No me refiero solamente a nuestro proceso de crecimiento personal, sino a la entrada del Señor en la historia de la humanidad. Esa vida es a la que me refiero, la vida de Dios-con-nosotros (Emanuel). Sorprende que la Divinidad que no necesita de nada, se preocupe y venga a caminar nuestras vidas junto a nosotros, haciéndose uno de los nuestros.

Esta vida de Dios que sorprende e irrumpe en la historia humana no es a nivel universal o general; al contrario es a nivel particular. El Señor entra en nuestra vida: la tuya, la mía, la nuestra. Es más, su ingreso no es una visita turística o médica que dura un tiempo, más o menos corto, o mientras se sufre una enfermedad o dolencia. No. Él llega para acompañarnos todo el tiempo, en toda circunstancia para que nuestras experiencias lindas y amargas, cuenten siempre con su Presencia. A veces no nos damos cuenta de eso...

Jesús vino para quedarse. Podemos hallarlo a cada paso. Está siempre disponible. Pero hay algo más grande y comprometedor todavía: cuenta con nosotros para hacer efectiva su compañía.

Desde que Cristo se asocia a nuestra humanidad en el vientre virginal de María Santísima, nos asocia a su divinidad sorpresivamente peregrina en esta tierra. Por eso a partir de aquella primera Navidad cuya fecha histórica está perdida, camina con nosotros, entre nosotros y también en nosotros. 

En cada prójimo podemos encontrar al Cristo que nos sorprende, pero también debemos ser un Cristo que sorprende a nuestro prójimo. Cristo que acompaña, que alienta, sostiene, corrige,  perdona, abraza, ayuda.

Animémonos a formar parte de la grata sorpresa que Dios quiere dar continuamente a una humanidad que puede estar desorientada, triste, y en pecado; pero que por encima de todo eso está hecha para Él.

Feliz Navidad. Que Dios nazca en tu corazón, para que lo hagas nacer en otro corazón.