jueves, 26 de julio de 2018

Compartir la Vida con los Mayores

Compartimos este video para que pensemos cómo podemos atender en nuestra parroquia la pastoral de los adultos mayores.

Hoy en día la sociedad de consumo preconiza la juventud, lamentablemente la mayoría de las veces en razón de un interés puramente comercial. Cuánto pierde la comunidad al menospreciar o silenciar, aunque sea con la sola indiferencia, a los adultos mayores.

Las Sagrada Escritura y las antiguas culturas, entre ellas las precolombinas de América Latina, han sabido valorar la sabiduría de los ancianos. Valorar su presencia y su aporte (no sólo su historia pasada), es un tesoro imperdible para las generaciones presentes y venideras.

Cuando cortamos el hilo generacional entre los mayores y los menores perdemos identidad y cualquier inescrupuloso nos vende un sistema de valores que no es el nuestro, invocando un pasado tergiversado o un porvenir incierto y ajeno a nosotros. De allí la necesidad no sólo de rescatar historias y relatos de nuestros ancianos, sino de mantener el contacto comunicacional y afectivo con ellos. Porque no se trata solamente de saber cómo vivieron ellos en su tiempo, sino cómo viven actualmente, pues este tiempo es el nuestro. Es decir, el de ellos, el de los chicos y el de nosotros. En efecto, nuestros ancianos son de nuestra época, no de otra; serán viejos, pero viejos de este nuestro Siglo XXI.

No perdamos la oportunidad irrepetible de compartir con ellos el tramo del camino de la historia, mientras estemos juntos y no olvidemos que un día nosotros también tendremos que hacer el último tirón de la mano de una generación nueva, distinta y quiera Dios que mejor.